La estimulación cognitiva son todas aquellas técnicas y ejercicios dirigidos a ejercitar nuestros procesos cognitivos y áreas como la memoria, el razonamiento lógico-matemático, el lenguaje, la atención, la percepción, las praxias (dificultad de movimiento)...
El objetivo es fomentar todas aquellas capacidades que se encuentran preservadas y retrasar el progreso del deterioro cognitivo. No obstante, también puede ser dirigida a la prevención con el fin de obtener una buena reserva cognitiva, tal y como demuestran los estudios. 

La estimulación cognitiva infantil es especialmente importante porque la etapa infantil es un período crítico donde la plasticidad cerebral es más evidente, según ha demostrado la Neurociencia. Por ello, contribuir en la mejora de los procesos cognitivos es fundamental para un desarrollo integral del niño (cognitivo, social y familiar).  En estas edades, destacamos la importancia de estimular las funciones ejecutivas como la memoria de trabajo, la planificación, la inhibición y la flexibilidad cognitiva, entre otras.